Chet Baker - Like Someone In Love

viernes, 30 de octubre de 2009

Pijamas y aeropuertos - Ismail Kadare - Albania

Banksy
Zumbando se posan las moscas
sobre las listas de los pijamas,
y los aviones, con estruendo,
sobre las pistas de los aeropuertos...
No me abandones jamás, vasto mundo.
¡Jamás tus puertas me cierres!

Hay amores pequeños,
primeros amores (nº 1),
devaneos
que zumban en la memoria como moscas,
que preparan chocolate,
que lavan camisetas;
hay amores grandes, libres como el viento,
desperdigados al azar por todo el mundo,
que no saben dónde estamos,
que dónde se encuentran no sabemos.

El amor pequeño reclama la devolución de fotografías;
a los grandes amores se los lleva el viento en los andenes;
son sus sollozos semejantes a sirenas,
a las sirenas resonantes de las separaciones.

¡No me abandones jamás, vasto mundo!
¡Sobre las listas de mis pijamas
sigan descendiendo los aviones!

Que en la cuerda de mi ventana cuelguen,
agitadas por el viento,
las camisetas de las nubes;
que se instale el sol
en el casquillo de mi lámpara de noche.
Versión de Ramón Sánchez Lizarralde

Monólogo - Ismail Kadare - Albania

Max ErnstEn la noche glacial intenté encender un fuego,
pero la noche era fría, oh, qué negra y desolada.
Y así, para mantener el fuego vivo en tal rigor
algo más siempre era preciso con que lo alimentara.
Así como el monje vagabundo que reúne leña en las tinieblas,
arrojaba yo en aquel fuego mis miembros sin descanso,
mas como no fueran suficientes, después de ellos
a las llamas comencé a entregar jirones de mi alma.

Pues otro modo no existía, no, imposible que lo hubiera,
pues preciso era que alguien sostuviera aquella llama.
A la delirante luz que sólo el oleoso pábilo procura,
brillaban en derredor amenazantes figuras, y temblaban.
Tal vez las vierais, algo distinguisteis acaso,
en torno a mí la noche de tinieblas y de lobos se poblaba.
Pues todos sofocar pretendían aquel fuego,
unos por maldad, tantos por ignorancia.

Otros en lo alto de colinas bañadas por el sol,
sus hogueras avivaban y reían con desprecio,
incapaces de entender lo que aquí dentro sucedía,
cuánto esfuerzo requiere una llama nacida en la negrura.
Cansado, alguna vez llegué a pensar: dejaré que se extinga.
Ya que me repudian, caiga de una vez la noche eterna.
Mis ciegos ojos quedarán tal vez de esa manera
en la oscuridad completa sin que nadie los perturbe.

Mas de nuevo algo me empujaba a alzarme cual sonámbulo,
como el monje desolado que reúne leña en las tinieblas,
y sobre el fuego a arrojar mis miembros congelados,
y los jirones uno a uno arrojarle de mi alma.
Versión de Ramón Sánchez Lizarralde


Cuando entre mi país y España no iba ni venía nadie, un caballero solitario, despreciando las leyes del mundo, cruzaba cuantas veces se le antojaba la frontera infranqueable. Ya imaginaréis a quien me refiero: a Don Quijote... Fue el único al que no consiguió detener aquel régimen comunista, para el que la cosa más fácil del mundo era precisamente detener, prohibir.

Don Quijote, ya como libro ya como personaje vivo, era tan popular en Albania como si lo hubiera engendrado ella misma... [Don Quijote] traspasaba la frontera albanesa porque era, entre otras cosas, independiente.


Cuando un escritor albanés, por una obra escrita principalmente en un territorio y un tiempo comunistas, recoge un premio de un reino occidental sucede porque la literatura es, por su propia naturaleza, independiente.

Una vez aceptamos que el de la literatura y las artes es un mundo paralelo, referencial, hemos admitido también que es un mundo rival, y, en consecuencia, habremos de admitir que entre esos dos mundos, el de la vida y el del arte, habrá conflicto.

Los escritores estamos convencidos de que el arte no alzará nunca la bandera de la capitulación.


En ningún caso la literatura y el arte atacan al mundo real con intención de dañarlo, sino que, por el contrario, pugnan por tornarlo más bello, más habitable.


Todo esto, y mucho más, dijo Ismail Kadare en la concesión de los premios Príncipe de Asturias 2009. Kadare, Premio de las Letras, fue el encargado de leer el discurso de agradecimiento en nombre de los galardonados. Lo hizo en su idioma materno.

martes, 27 de octubre de 2009

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos - Cesare Pavese - Italia

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos - Iván Sanjuas
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Cosí li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.
Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.
~~~~~~

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre tí misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino.
Versión de Carlos José i Solsora

jueves, 22 de octubre de 2009

Pío Muriedas, el último juglar - Varios - España

Pío MuriedasPío Fernández "Cueto" Muriedas, Pío Muriedas, es uno de los personajes más singulares que uno ha tenido el privilegio de conocer.
Nacido en Santander en 1903, toda su vida fue un bohemio a la antigua usanza. Hijo de un barrendero y portero de teatro y de una cigarrera, analfabetos ambos, escribe Pío en sus "Memorias": "no ha existido nunca ejecutoria de nobleza, pero sí una vieja tradición de vagabundos y heterodoxos".
Trabajó de niño en una tienda de confecciones y en la construcción haciendo escaleras. Enseguida se dedicó al teatro, pasando por todos los oficios de la farándula: desde aprendiz de carpintero a comparsa del Salón Pradera, tramoyista del Teatro Pereda y actor en las compañías de Margarita Xirgu, Enrique Borrás, Gómez Ferrer y Guillermo Roura.
En 1927 funda su propia compañía junto con el actor chileno Horacio Socias, aunque su profesión definitiva será la de actor-recitador, una especie de juglar del siglo XX. Da el salto a Madrid para actuar en el Ateneo -siendo entonces presidente don Ramón María del Valle Inclán-, en el Círculo de Bellas Artes, de la mano de Alberto Insúa y en la Universidad, presentado por Dámaso Alonso. Los teatros Español, María Guerrero, Eslava y Real lo incluyen como intérprete en sus carteles.
Es en esta época cuando conoce a los principales escritores y artistas del momento: Antonio Machado, Miguel Hernández, Pío Baroja, García Lorca, Rafael Alberti, Salvador Dalí... Pío es el primero que da a conocer por los pueblos de España a Gerardo Diego, Blas de Otero y Miguel Labordeta.
Pío Muriedas - Laxeiro
Trató a Lorca durante las actuaciones de "La Barraca" en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Lorca le encargó, en 1935, la organización de la última representación de La Barraca, con la puesta en escena de Fuenteovejuna.
Durante la guerra civil es nombrado Secretario General de Santander de la Unión de Escritores y Artistas Revolucionarios al Servicio de la República y actúa en frentes, cuarteles y fábricas recitando poemas de Alberti, Lorca, Pla y Beltrán, León Felipe, Miguel Hernández y José Bergamín.
Al término de la guerra se exilia en Francia, y allí es confinado en un campo de concentración. Al no tener delitos de sangre, regresa a España y es sometido a un Consejo de Guerra que le condena a muerte, de la que se libra gracias a la intervención de José María Pemán.
Al salir de la cárcel es obligado a abandonar el nombre con el que actuó artísticamente durante la República y adopta el de Pío Fernández Cueto, hasta que, como escribió Camilo José Cela, "La zurra pasó y el Pío/ Fernández Cueto volvió/ a ser Pío Muriedas:/ sufridor, cantor, pintor".
Así van transcurriendo los años, de ciudad en ciudad y de destierro en destierro, pasando hambres y enfermedades, hasta que en los años 60 le llega el reconocimiento "oficial". Manuel Fraga Iribarne -que habrá sido lo que haya sido, pero nunca tonto- le incorpora a las tareas del Ministerio de Información y Turismo para que lleve de pueblo en pueblo la voz de los poetas. En cada lugar que visita ofrece recitales y representa piezas cortas de teatro.
Mientras, sus amigos poetas y escritores -que son todos- siguen preocupándose por él y hasta llegan a solicitar en el programa de la SER "Ustedes son formidables" una ayuda material de los oyentes para el bueno de Pío...
Dibujo de Joan Miró dedicado a Pío Muriedas
Siempre sin un duro, a sus 80 años seguía con su oficio de juglar como único medio de vida. Quien firma este blog lo conoció y trató, gracias al pintor Helio Gógar, en el Santander de los años 80, cuando se dejaba caer por algún café del Paseo Pereda, siempre atildado y elegante, con su sombrero borsalino y su largo abrigo de excelente paño, y siempre recordando a la sufrida compañera y musa, María Luisa Gochi, cuya muerte le hizo perder un poco las ganas de vivir. Era un auténtico placer oirle hablar de sus amigos poetas de la Generación del 27, aunque a algunos de ellos, por ejemplo a Rafael Alberti, los ponía como hoja de perejil, vaya a saber por qué.
Contaba orgulloso que los ahorros de su vida los había invertido en una parcela soleada en el cementerio de Ciriego. "Espero ser un buen muerto", decía. Allí descansa, efectivamente, desde su fallecimiento en 1992.
Dedicatoria de Pío Muriedas al responsable de este blog, en un librito que contiene alguno de los poemas que sus amigos poetas le fueron dedicando y otros de su propia cosecha dedicados a María Luisa
En el año 82 su ciudad natal le dedicó -porque él así lo quiso- una farola con su nombre y un poema de Vicente Aleixandre en la Plaza de Numancia.
Como escribe Benito Madariaga, cronista oficial de la ciudad de Santander, dejó "alguna deuda, varios cuadros vendidos a sus amigos y los siguientes escritos: 'Poemas de María Luisa Gochi y versos a Pío Muriedas'; 'Aquí queda esto'; 'El autor' (farsa dramática en dos actos, y dos volúmenes) y 'Memorias de un vagabundo de la poesía', que, si algún día se publican, volverá a estallar la guerra civil".


EL MEJOR EN ESTO DE LA TRADICIÓN
a Pío

¿El mejor en esto de la tradición?
Ya la señora estaba agonizando.
Su confesor la ayuda a bien morir.
Debe estar muy tranquila.
Nuestro Señor con los brazos abiertos
La acogerá en su gloria.
¿Temores? No hay motivo.

Por fin
Dijo la vocecilla moribunda:
-Sí, sí, pero como en casa... en ninguna parte.

Jorge Guillén


LAS VOCES
a Pío Muriedas

Voz que canta,
cantará
En la vida
voz que va.
Voz que viene,
oh claridad.
Voz que calla:
sólo el mar.
Voz de fuego,
oh oscuridad.
Voz de nieve,
blanca ya.
Voz de plumas,
pío, pa.
En los aires
vuelve y vase,
y aquí está.

Vicente Aleixandre


A PIO MURIEDAS

PI-O
FER-NAN-DEZ
MU-RIE-DAS.
PI-O FER-NAN-DEZ MU-RIE-DAS.
A Pío Fernández Muriedas.
¡Ah!... Pío Fernández Muriedas.
Desde este siglo de las luces
2.000 farolas te contemplan.
Desde este contemplan
2.000 siglos te farolan.
Desde este farolan
2.000 contemplas te siglan
2.000 farolas te lucen.
Desde este Pío de las luces
todas las farolas se hacen cruces.
Pío, te contemplan
Fernández, te siglan
Muriedas, te farolan.
Pío, te muriedan los siglos.
Pío, te farolan las Muriedas.
Pío Fernández Muriedas,
desde esta luz de los siglos
¡Pío Farolas Muriedas!

Antonio Montesino

Pío Muriedas delante de la farola que el Ayuntamiento de Santander le dedicó en 1982 en la Plaza de Numancia


OFRECIMIENTO DE LA FAROLA DE PIO MURIEDAS
Poema leído al pie de la farola de Pío Muriedas la noche del 30 de enero de 1982






Señoras y caballeros
poetas malditos
compañeros
infame turba
pertubadora
de doradas costumbres

Arboles de la Alameda
unos altos y otros bajos
pajaritos y pajarracos
que revoloteáis
por arriba y por abajo
Esta que veis aquí
casta farola
me acaba de confesar
que no se siente ultrajada
por una buena meada
que está dispuesta a aguantar
de Pío la rociada.
¡Oh, Pío!
Faro
Farol
Farolero
Farándula
Farandulero
¡Pío, Pío, Pío, Pío!
lanza un ki-ki-ri-kí
gallito del gallinero.

Isaac Manuel Cuende


ALELLUIA

Pío
(el pájaro está herido)
Fernández
(el pájaro hecha sangre)
Cueto
(el pájaro está muerto)
Pío
Fernández
Cueto
¡Oh pájaro resurrecto!

Blas de Otero


A PIO MURIEDAS
Poema que figura en la farola dedicada a Pío Muriedas

Una voz se escucha,
voz de voces vivas
sobre el haz de España.

Pío, no "felice"
pisando la estepa
con desnuda planta,
ganando los montes,
dejando atrás puertos,
corriendo cañadas,
gris el pelo, enhiesto
su perfil maduro
de aquilina gárgola.

Oh, Pío Fernández,
Fernández rupestre
por las tierras áridas.
Por las tierras duras,
por las tierras secas,
por las tierras bastas.

Oh, voz de las voces
sobre el haz de España.

Vicente Aleixandre


A PIO MURIEDAS
(Cantor errante)

¡Ya te marchaste, amigo!
Te vas por los caminos,
te vas con tus secretos,
pero yo no te olvido.
¡Te han llevado las locas
voces del delirio
y en ti viven -alzados-
mis poetas amigos!
¡Cómo canta, si tiemblas,
la voz de Federico!
¡Cómo canta la tierra!
¡Cómo canta tu sino!
Uno muere por nada
(la belleza es testigo).
Sólo una cosa paga:
El ser uno sí mismo.
Y cantando y cantando
vas por los caminos.
La poesía -ciego-
es tu lazarillo.

Gabriel Celaya


Saludo en Pío Muriedas a un restaurador del arte de los antiguos juglares, creyendo que la poesía más se ha de percibir por el oído que por la vista.

Pío Muriedas, juglar
de nuevo arte y nuevas mañas,
aquestas viejas fazañas
hagan que tu buen cantar
cale en todas las Españas

Ramón Menéndez Pidal

Pienso en cincuenta Píos Muriedas regando con nuestra mejor poesía toda nuestra tierra española. Con Pío Muriedas, la poesía vive y se difunde y penetra. (Dámaso Alonso)

Ya quedan pocos como tú, Pío. Pocos artistas verdaderos que digan: Aquí está la poesía, y aquí el camino. Pues bien, yo caminaré con ella. Vamos a necesitar muchos como tú, Pío. (Antonio Buero Vallejo)

Pío Muriedas, señor del verso. (Miguel Ángel Asturias)

Gran intérprete. (Federico García Lorca)

Recitante de capa, daga, camino y mesón. (Ramón María del Valle-Inclán)

Pío es, sobre todas las cosas, un hombre bueno y actor sin aplique burgués. (César Vallejo)

Gran romero de la poesía. (León Felipe)

La poesía se hace metafísica en su voz. (Vicente Aleixandre)

El día 12 de Noviembre será presentado en Santander el libro Aventuras y desventuras de un trotamundos de la poesía de Benito Madariaga, un homenaje al irrepetible recitador, poeta y actor Pío Fernández Muriedas, Pío Muriedas.

martes, 20 de octubre de 2009

QUIJOTESCAS/3 - Letanía de nuestro señor Don Quijote - Rubén Darío - Nicaragua

Don Quijote
A Navarro Ledesma
Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...

Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, ¡salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!

¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!

Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.

¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!

¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel! Pro nobis ora, gran señor.
(Tiemblan las florestas de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor.)

Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!

De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...

¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!

viernes, 16 de octubre de 2009

La voz arrasadora - Cintio Vitier - Cuba

Contemplación - Verónica BascuñánEsta es la voz de un contemplativo, no de un hombre de acción.
Ambas razas, las únicas que realmente existen, se miran con recelo.
Es verdad que ha habido gloriosas excepciones, aunque bien mirados los rostros, bien oídas las voces,
la sagrada diferencia se mantiene, y aún se torna trágica.
Pero el contemplativo entiende y muchas veces ama el rayo de la acción. Casi nunca lo contrario ocurre.
Esta es la voz absorta de un oscuro, de un oculto, que ha tenido peregrinas ambiciones.
Enumerarlas sería realizar un inventario del delirio.
Baste decir que ha querido romper los límites del fuego en las palabras
y ha vuelto al círculo del hogar con un puñado de cenizas.
No, sin duda no lo comprenderéis, salvo los que sois del indecible oficio.
Se entiende a un pescador, a un viajante, a un maestro, a un asesino.
Estos hombres se alimentan de lo que hacen; hasta sus sueños y sus fantasmagorías son quehaceres, hechos.
¿Cómo entender a uno que no ha poseído nunca nada; que no ha tocado una cosa desnuda de alusión;
que sólo vive y muere en el mundo de lo otro, en el inalcanzable reino de las transposiciones:
a uno que, de pronto, necesita escribir, como se necesita la comida o la mujer?
Su suerte es dura, extraña, también irrenunciable. Y sin embargo, o por lo mismo, ya no me preguntéis,
cada vez que oye la voz arrasadora de la vida, arroja su fantástico tesoro
y sale cantando y llorando y resplandeciendo, y va silencioso a ocupar el puesto que le asignan.

El Desposeído - Cintio Vitier - Cuba

Sin título - René MagritteNo son mías las palabras ni las cosas.
Ellas tienen sus fiestas, sus asuntos
que a mí no me conciernen,
espero sus señales como el fuego
que está en mis ojos con oscura indiferencia.

No son míos el tiempo ni el espacio
(ni mucho menos la materia).

Ellos entran y salen como pájaros
por las ventanas sin puertas de mi casa.

Alguien habla detrás de esta pared.

Si cruzara, sería en la otra estancia:
el que habla soy yo, pero no entiendo.

Tal vez mi vida es una hipótesis
que alguno se cansó de imaginar,
un cuento interrumpido para siempre.

Estoy solo escuchando esos fantasmas
que en el crepúsculo vienen a mirarme
con ansia de que yo los incorpore:
¿querría usted negar, sufrir, envanecerse?
No es mía, les respondo, la mirada,
negar sería espléndido, sufrir, interminable,
esas hazañas no me pertenecen.

Pero de pronto no puedo disuadirlos,
porque no oigo ya mi soledad
y estoy lleno, saciado, como el aire,
de mi propio vacío resonante.

Y continúo diciéndome lo mismo, que no tengo
ninguna idea de quién soy,
dónde vivo, ni cuándo, ni por qué.

Alguien habla sin fin en la otra estancia.
Nada me sirve entonces. No estoy solo.
Estas palabras quedan afuera, incomprensibles,
como los guijarros de la playa.

domingo, 11 de octubre de 2009

El hombre de gris - Juan Carlos Mestre - España

Agua tinta de Juan Carlos MestreEste es el poema en el que existe un hombre sentado, un hombre que está vestido de gris, que viaja a visitar a otro hombre que ni siquiera conoce, a un hombre que también ha tomado el tranvía y viaja a su encuentro y que va pensando lo mismo que el otro hombre de gris.

Este es el poema donde existen dos hombres sentados, los dos han amado, los dos han sufrido, los dos han tomado el tranvía, se ignoran, no saben que ambos viajan al encuentro de un hombre vestido de gris.

Este es el poema donde existen tres hombres sentados, tres hombres que hablan de un hombre que habrá de venir, un hombre que vestido de gris estará esperando el tranvía sentado en un banco no muy lejos de aquí.

Este es el poema en que cuatro hombres sentados se miran, pero ninguno se atreve a pronunciar la palabra, la misma palabra que está ardiendo en sus labios desde el instante preciso en que cada uno de ellos se decidiera a venir.

Esperan, aguardan a un hombre que aún no ha tomado el tranvía, un hombre que está abriendo el armario y saca su traje y se ve en el espejo vestido de gris.

Antepasados - Juan Carlos Mestre - España

Acuarela de Juan Carlos MestreMis antepasados inventaron la Vía Láctea,
dieron a esa intemperie el nombre de la necesidad,
al hambre le llamaron muralla del hambre,
a la pobreza le pusieron el nombre de todo lo que no es extraño a la pobreza.
Poco es lo que puede hacer un hombre con el pensamiento del hambre,
apenas dibujar un pez en el polvo de los caminos,
apenas atravesar el mar en una cruz de palo.

Mis antepasados cruzaron el mar sobre una cruz de palo,
pero no pidieron audiencia,
así que vagaron por los legajos
como los erizos y los lagartos vagan por los senderos de las aldeas.

Y llegaron a los arenales,
en los arenales la tierra es brillante como escamas de pez,
la vida en los arenales sólo tiene largos días de lluvia y luego largos días de viento.

Poco es lo que puede hacer un hombre que solo ha tenido en la vida estas cosas,
apenas quedarse dormido recostado en el pensamiento del hambre
mientras oye la conversación de los gorriones en el granero,
apenas sembrar leña de flor en la sábana de los huertos,
andar descalzo sobre la tierra brillante
y no enterrar en ella a sus hijos.

Mis antepasados inventaron la Vía Láctea,
dieron a esa intemperie el nombre de la necesidad,
atravesaron el mar sobre una cruz de palo.
Entonces pusieron nombre al hambre para que el amo del hambre
se llamara dueño de la casa del hambre
y vagaron por los caminos
como los erizos y los lagartos vagan por los senderos de las aldeas.

Poco es lo que puede hacer un hombre con las migas de la piedad,
comer pan mojado los días de lluvia a los que luego seguirán largos días de viento
y hablar de la necesidad,
hablar de la necesidad como se habla en las aldeas
de todas las cosas pequeñas que se pueden envolver con cuidado en un pañuelo.


"Los premios carecen de importancia, sobre todo cuando pienso en tantos amigos cuya obra está a años luz de la propia y que se han ido al paraíso de la utopía sin reconocimientos, como José Miguel Ullán, Rafael Estrada o Antonio Pereira, por citar solo a algunos. "Es lo que acaba de decir Juan Carlos Mestre, flamante ganador del Premio Nacional de Poesía 2008, otorgado por El Ministerio de Cultura, por su poemario La casa roja.

Mestre, autor de La poesía ha caído en desgracia, con el que obtuvo en 1992 el premio Jaime Gil de Biedma, y de La tumba de Keats, premio Jaén de poesía, ha señalado también que "los premios son fruto de la generosidad o de la equivocación". Es demasiado modesto.

Considerado un artista global por el poeta Antonio Gamoneda, el nuevo Premio Nacional de Poesía también ha acompañado con sus grabados poemas del propio Gamoneda, así como de Diego Valverde, de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán, de Gonzalo Rojas o de Jorge Riechmann, entre otros.

Su colaboración con otros creadores y músicos como Amancio Prada, Luis Delgado o José Zárate, ha sido recogida en varias grabaciones discográficas y de esa colaboración han surgido libros como Piedra de Alma, con José María Parreño; Crónica de amor de una muchacha albina, con Rafael Pérez Estrada; Emboscados, con Amancio Prada; Bestiario apócrifo, con Álvaro Delgado; Enea y los gatos, con Javier Fernández de Molina; El Adepto, con Bruno Ceccobelli, y Arde la oscuridad, con Alfredo Erias.

El jurado que ha fallado el premio estuvo presidido por el director general del Libro, Rogelio Blanco, e integrado por Darío Xohan Cabana, Sebastián García Trujillo, Alex Susanna, Jose Carlos Quiroga, Dionisia García Sánchez, Teresa Sanz y Elena Medel, además de Joan Margarit y Olvido García Valdés, autores galardonados en la dos últimas ediciones.

miércoles, 7 de octubre de 2009

QUIJOTESCAS/2 - Jinojepa del Cervantes - Gerardo Diego - España

Miguel de Cervantes
Ay Cervantes, Cervantes, Cervantes;
pero, hombre (y por vía de apremio)
¿por qué no llegaste quince años antes?
Déjame que te jinojepe
porque aunque sepas mucho más que Lepe
y más que Lepijo
y más que su hijo
no sabes lo que es una jinojepa.

Una jinojepa es una chanza
como la de Cipión y Berganza
y también como hablar por bernardinas
—que ahora dicen en camelo—.
Abre bien los ojos y mira a don Quijote
que ya estamos en la cueva de Montesinos
—¿otra vez, Rafael, con Marisa y Salsipuedes?—
y arriba queda Sancho Panza.

Tu Don Quijote es una jinojepa monstruosa
y tu «Vive Dios que me espanta»
es otra de juguete.
Por aquí anda Rinconete en su rincón,
cripta o boquete,
y se asoma y sube y baja un Angelo-
te García Lo-
pe,
pe, pe, yo sé lo que digo
y Cortadillo es de café con leche
y el Oidor es Carlos de la Vega.
Y el bachiller Sansón Carrasco
viene de Tomé Cecial,
y para ese chasco
hacen falta narices
y quitárselas para empinar la bota
y Sancho no lo cree el muy pasota.

Por allá va Manzanos
que guiña el ojo mejor que Maese Pedro
y el Licenciado Vidriera pegado a la misma
a ver los pájaros, las parejas y la grúa.
Y los del dominó por esos prados
ahorcando cinco dobles:
son como criaturas, pobrecillos,
y el jinojepero primero
que es Pepe García Nieto
y los votos del Clase que es Don Paco Pavón,
y los cuatro evangelistas Lucas y Marquitos
y Mateo que lo busco y no lo veo
y otro jinojepánico, Juanito Pérez Creus,
y atado a su columna de cristal y jacinto
Delgado Benavente que es otro Vidriera.

Y en un aprieto justo de poetisas
las hijas de las madres o al revés,
y en su bauprés, Garcés.

Ay Cervantes, Cervantes, Cervantes
¿por qué no viniste antes
y ahora te encoges y te alargas y te alargas?
Averígüelo Vargas.
Descíframelo, Borges.

Gerardo Diego creó la jinojepa, que era un epigrama, generalmente de denuesto a un compañero de versos. Es curioso el origen de la palabra jinojepa. Cuenta Gerardo que en cierta ocasión ayudaba a un alumno a recordar alguna serranilla, y recitaba lentamente la famosa del marqués de Santillana en espera de que el examinando la recordase. «Moça tan fermosa non vi en la frontera...como la vaquera...de la...» En este punto, al muchacho se le iluminó la bombilla del caletre y soltó triunfante: «De la Jinojepa». Y el poeta agarró inmediatamente la palabra y creó las jinojepas. (Jaime Campmany)

No confundir jinojepa con jitanjáfora: creación caprichosa de sonidos que podrían ser palabras, sin más sentido que el eufónico. El término fue acuñado por el escritor mexicano Alfonso Reyes, que lo tomó de unos versos del cubano Mariano Brull:

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveolea jitanjáfora
liris salumba salífera.

domingo, 4 de octubre de 2009

Ya no sé desear más que la vida - José Antonio Muñoz Rojas - España

Le soleil rouge - Joan MiróYa no sé desear más que la vida,
porque entre las victorias de la muerte
nunca tendrá la grande de tenerte
como una de las suyas merecida.

Y porque, más que a venda y más que a herida,
está mi carne viva con quererte,
e, igual mi corazón que un peso inerte,
halla su gravedad en tu medida.

¡Qué temblor no tenerlo en ningún lado,
ni en el pecho, la vena o la palabra,
y a lo mejor en valle, fuente o roca!

¡Corazón prisionero y emigrado,
que con cada latido el hierro labra,
y que convierte en sueño cuanto toca!

Tu oficio, poeta... - José Antonio Muñoz Rojas - España

Joan MiróPara que algo quede de este latir,
para que, si alguien quiere mirarse, pueda;
para calmar quizá alguna sed, y que alguien diga
«a mí me pasó algo semejante».
Los poetas estamos para eso:
para ofrecerles tránsito a los demás,
para que se encaramen sobre nuestros latidos, y que divisen
un poco más allá, en medio
de tanta oscuridad como nos circunda.
A veces nada tiene sentido, ni siquiera
que me des la mano o ese
limón redondo tan bello en la vereda.
A veces lo que tiene sentido no tiene sangre,
ese poco de sangre por la cual se muere.
Todo es ganas de morir de otra manera,
ganas de imitar a los ríos y que la tierra vea
que hay otras aguas y otras penas, y los cielos
contemplen misericordiosamente
nuestras peregrinaciones.
Tu oficio, poeta, es contemplar,
que todo se te escriba dentro; luego,
quizá leer allí mismo, quizá decir a los otros
lo que allí mismo, escrito, tú lees.

Me gusta su contención meditativa y su vena irracional, cómo esos dos elementos están presentes en su poesía. Ese diálogo entre lo irracional y lo meditativo, entre la serenidad y el impulso, entre el furor y la rienda caracterizan un mundo muy atractivo. (Luis García Montero)

José Antonio Muñoz Rojas es una de esas voces auténticas de la poesía. La suya es una poesía profundamente lírica, emotiva, no sólo en el verso, sino también cuando nos ha regalado esa maravillosa prosa que habla de cosas tan sencillas y tan inmediatas, tal y como puede verse en Las cosas del campo o en Las musarañas. Él sabe entrar perfectamente en esos elementos tan humildes para descubrir su lado más poético. (José Antonio Mesa Toré)

Yo siempre digo que Muñoz Rojas es el paradigma del bien nacido, limpio de corazón, amigo de sus amigos, un hombre cuya honradez está a carta cabal... Y también en su escritura era un hombre limpio, trasparente. Es una obra llena de emociones primarias y de valor. (José Manuel Caballero Bonald)

Me parece que hoy en día es de los grandes maestros que todavía sobreviven, un vínculo clarísimo entre las generaciones actuales y otras pasadas como la del 27. Su poesía es espléndida, con mucha presencia de lo meticuloso y de lo menor, de cántico de la existencia desde la búsqueda del detalle y de la humildad. (Carlos Marzal)

Toda su poesía es increíble. Al igual que su calidad humana, esa sonrisa suya entre familiar y divertida. De su poesía destaca la verdad, algo que los poetas suelen olvidar mucho. Él es un poeta del campo, de su tierra, del amor y de la verdad. (Pablo García Baena)

José Antonio Muñoz Rojas es un poeta finísimo, inspirado, desde luego uno de los grandes. (Ángel González)

Su prosa es bellísima y su poesía inigualable, con una aparente sencillez cargada de profundidad. Decía Dámaso Alonso que desde Platero y yo, el libro en prosa más bello que se había escrito era Las cosas del campo. (María Victoria Atencia)

Todas estas cosas, y muchas más, decían de José Antonio Muñoz Rojas sus compañeros poetas.
Se nos fue hace unos días, no quiso acabar de cumplir cien años. Descanse.